sábado, 24 de abril de 2010

El tren

IV CERTAMEN DE RELATOS BREVES

No existen más que dos reglas para escribir:tener algo que decir y decirlo. Oscar Wilde

Esperando en el andén mi cuerpo siente frío.
Veo el letrero"sólo un minuto". Diviso a lo lejos las luces y una sensación de bienestar recorre mi cuerpo. El sonido en la lejanía acercándose hace que mi cuerpo se ponga en marcha. Subo. El silencio me sobrecoje y el calor me reconforta. Echo un vistazo y escojo el sitio perfecto, cerca de la ventana. Me gusta ver el paisaje aunque lo haya visto todos los días, y empezar la rutina. ¿Qué será hoy lo que me acompañe en mi trayecto? Unos cascos, un libro, un periódico, mi set de maquillaje...Simplemente una conversación amena con algún viajero como yo. Todo es posible.
El leve traqueteo del tren me relaja, los párpados intentan caer pero la voz del anuncio de la llegada a nuevas estaciones les hace permanecer alerta.
Y, ante todo, me encantan los viajes largos, los que pasan por montañas. Me encanta ver pasar a toda velocidad el exterior aunque dentro reine la calma.


No lo voy a presentar pero os animo a participar a vosotr@s

http://www.renfe.es/cercanias/madrid/relatos/index.html

miércoles, 21 de abril de 2010

vamonos de viaje

En algunos momentos, uno cierra los ojos y se imagina lo más lejos posible, yo siempre me imagino una playa en una Isla, con un día soleado, aunque las palmeras hacen que la sombra llegué de vez en cuando gracias a una pequeña brisa, que hace que a uno le llegue la humedad salina del mar que tanto reconforta.Saboreando una bebida fresca y dulce, mientras estás tumbada en la hamaca más cómoda en la que haya estado.
Toda tu mente se concentrá en observar en el horizonte los barcos veleros que cruzan con tranquilidad.
Detrás de ti, un pequeño hotel familiar en el que estás alojada, con paredes blancas, de baja altitud, con un patio en el interior lleno de cesped y flores que trasmiten un olor intenso a primavera y una fuente que mana agua fresca y en cuyo interior pequeños pezes de color naranja, serpentean sus aletas y se apuran en comer las migas de pan que un niño pequeño de unos 5 años les está echando, el niño sonrie.
Un camarero en un pequeño chiringuito a la derecha tuya limpia los vasos que relucen a la luz del sol, es un chico joven con una camiseta de tirantes blanca , con la tez morena y color de ojos muy parecido al mar, a su lado una chica con un pequeño viquini limpia la barra con una gran sonrisa.
Algunos pocos clientes, apollados en la barra charlan tranquilamente, hay un pequeño murmullo y algunas carcajadas pasajeras...
Cada uno podría seguir la historia como fuera....pero de lo que estoy segura es que nadie se queda indiferente ante tal descripción.

domingo, 11 de abril de 2010

¿tiempo pasado siempre fue mejor?

El otro día involuntariamente hicieron que volviera al pasado, a una época buena y mala a la vez, la niñez. Reencontrar a viejos amigos, que desde el punto de vista actual, no eran tan amigos y reencontrar a viejos enemigos que desde el punto de vista actual no eran tan enemigos...en la actualidad aquellas cosas o situaciones que te parecieron intensas en el pasado, se difuminan tomando un cariz mucho más amable.

Por una parte me apetece reencontrame con esa gente, pero porque dentro de mi se adquiere un mal hábito de ver que tanto mal les ha ido la vida, para puede que compararla con la mia, y no pensar que ha sido tan horrible.
Por otra parte ha llegado la primavera, para mí ha venido mucho más rápido que otros años, necesito el Sol hace tiempo que me di cuenta, la vitalidad, la energia es algo que solo consigo si veo un cielo despejado abriendose paso cada día.

el tiempo pasa inexorablemente

el tiempo pasa inexorablemente y yo no actualizo, tengo mil ideas que me rondan la cabeza, pero no sé como expresarlas en papel cibernético.
A veces uno necesita desconectar, todos los quehaceres diarios se vuelven una pesadilla, y las personas y las situaciones de la vida cotidiana te atormentan. Por eso es bueno desconectar al menos una hora diaria de todo y de todos. Y cuando estás en la burbuja del tiempo y del espacio hay una parte de ti que echa de menos esas cosas.
Pero de vuelta a la rutina echas de menos la burbuja, y es que el ser humano tiende a no estar agusto nunca con lo que tiene.